El té roiboos, como lo echaba de menos, hacía tiempo que no lo tomaba. Es un té que me recuerda a otoño, a esos días fresquitos con olores y sabores dulces como la canela y la calabaza…y será que todavía hace mucho calor y me apetece un poco de frío, que me decidí a hacer un helado con sabores de otoño. La verdad es que tomé un té con estos sabores en una cafetería especializada con mi amigo David y su novia….y me encantó, como os he dicho, me sabía a otoño….y me decidí a hacer la prueba. Y no salió nada mal he de decir. Lo volveré a hacer en otoño, cuando eche de menos el calor…..soy así, que le vamos a hacer!
Ingredientes:
225 ml leche
200 ml nata
4 bolsitas de té roiboos
1 rama de canela
3 yemas
125 gr azúcar
100 gr chocolate blanco
Elaboración:
Lo primero que haremos será infusionar la leche con la canela y el té roiboos. Para ello pondremos la leche en un cazo junto con las bolsitas de té y la rama de canela. Lo llevamos a ebullición y lo dejamos hervir a fuego medio unos 2 minutos. Lo dejamos con las bolsitas y la canela dentro para que siga cogiendo sabor.
Derretimos el chocolate blanco al microondas. A potencia baja, primero un minuto, removemos con una espátula de silicona, y luego a intervalos de 20 o 30 segundo hasta que ya veamos que removiendo se deshace y queda todo sin grumos. Dejamos enfriar un poco.
Ponemos las yemas en un bol grande y las batimos un poco.
Sacamos las bolsitas de té de la leche y la rama de canela y por si acaso la pasamos por un colador para comprobar que no quedan restos de nada.
A continuación vertemos la leche infusionada sobre las yemas sin parar de remover con las varillas y lo volvemos a poner a fuego medio. Seguimos removiendo sin dejar que hierva ( no debe llegar a los 80º) unos minutos para que se haga bien.
Retiramos del fuego y le añadimos el chocolate blanco. Removemos bien hasta ver que está todo integrado. Lo pasamos a un bol y lo dejamos enfriando.
Montamos la nata medio firme y la añadimos a la masa con movimientos envolventes.
Tapamos el vol con papel film pegado a la mezcla para que no se haga costra y lo dejamos en la nevera unas 2-3 horas.
A continuación lo pasamos a la heladera y lo dejamos funcionando unos 30 minutos o hasta que veamos que ya tiene una consistencia cremosa.
Lo pasamos a un tupper y al congelador. Y a disfrutar!!
Consejos:
Recordad que se puede hacer también sin heladera, lo único que la nata tiene que estar montada bien firme y que al sacar la mezcla de la nevera, la pasamos directamente a un tupper y al congelador. Hay que sacarla cada 30 minutos y remover con unas varillas durante las 2 primeras horas (4 veces por lo menos).